Estudio revela que psicólogos dominicanos ven potencial en aplicación de la IA en salud mental
Para el español Mario Hernández, los beneficios de la inteligencia artificial van a ser mayores que los problemas.
Santo Domingo, RD. Un estudio realizado por estudiantes de la Escuela de Psicología de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) revela que los psicólogos clínicos del país reconocen el potencial de la Inteligencia Artificial (IA) para mejorar el diagnóstico y tratamiento de trastornos mentales, pero advierten sobre desafíos éticos, técnicos y culturales que deben abordarse ante su inminente implementación.
Los investigadores se propusieron conocer sobre la percepción y disposición de psicólogos clínicos dominicanos hacia la integración de herramientas de inteligencia artificial en el proceso de evaluación, diagnóstico y diseño de tratamientos de los trastornos psicológicos. Para tales fines encuestaron a 100 psicólogos clínicos que ejercieran como psicoterapeutas.
Los resultados del estudio realizado por los licenciados José Ogando Quevedo, Meris Colon y Pamela Valenzuela y que contó con la asesoría de las maestras Liris Castillo y Gloribel García reflejaron que, en ese momento, un 30% de los profesionales consultados ya estaban familiarizados con algún modelo de IA y un 24% de ellos, afirmaba tener conocimiento sobre la integración de estos sistemas en la práctica clínica.
El estudio resalta el hecho que, a pesar de que, el camino que falta por recorrer es largo, la velocidad a la que se avanza es sostenidamente acelerada y llama a considerar que la IA es una disciplina muy joven y mucho más aún, su aplicación en la psicoterapia, en tal sentido, el 86% de los profesionales consultados considera que la implementación de la IA en la práctica psicoterapéutica, debería ser gradual y acompañada de la formación técnica de los clínicos.
El 62% cree que la IA puede mejorar la eficacia del proceso de evaluación psicológica, según se reporta en el estudio este voto de confianza en las nuevas tecnologías es reforzada con hallazgos de estudios realizados en otros países de condiciones similares a la República Dominicana.
Además, según reportan los autores de la investigación, el 62% de los psicoterapeutas dominicanos entiende que la IA contribuiría a la identificación temprana de los trastornos mentales, lo que constituye uno de los principales aportes de la IA ya que se puede utilizar para identificar a las personas en riesgo y ayudar a prevenir el desarrollo de problemas más graves, afirman que la población dominicana se beneficiaría significativamente de la personalización del tratamiento que ofrece la inteligencia artificial, destacan la posibilidad de lograr diagnósticos automáticos de trastornos mentales, predecir el riesgo de suicidio, diseñar planes de tratamiento personalizados basados en datos, crear sistemas de apoyo a la decisión clínica y hacer intervenciones tempranas para prevenir el desarrollo de trastornos mentales.
Según se reporta en el estudio, existen límites en la aplicación de las nuevas herramientas que hacen comprensible que muchos profesionales duden de las virtudes de la IA para ayudar a alguien a resolver sus problemas psicológicos, explican que el terapeuta puede, y un método computacional no puede, trabajar con abstracciones, analogías y metáforas de alto nivel, según estos autores, un gran desafío que se presenta para la IA es realizar la asociación entre el pasado del paciente y su presente que permitan tomar en cuenta los distintos contextos en los cuales se manifiesta el bienestar o el malestar psicológicos.
Entre los factores que según expresan, influyen en la actitud de resistencia hacia la IA aplicada a la práctica clínica en la República Dominicana, están los siguientes: Falta de comprensión sobre los beneficios de la IA, falta de confianza en la precisión de las herramientas de IA, resistencia atribuible a factores culturales, entre los que más destacan están las creencias sobre la salud mental y su gravedad, las normas sociales y la cultura estigmatizadora.
Según argumentan los autores, tomando en cuenta que ya las aplicaciones basadas en IA son parte de la cotidianidad de las personas y, por lo tanto, parte de la cultura, es de esperarse que esta resistencia desaparezca en un futuro cercano, de igual modo, si bien la asimilación cultural de las nuevas tecnologías beneficiaría la práctica clínica, también es cierto que la cultura puede incentivar conductas de riesgo o autolesivas, y esta realidad puede estar alimentando la resistencia reportada, pero un objetivo subyacente de investigaciones como esta, es ayudar a cambiar la anterior percepción.
Un hallazgo que llama la atención es que el 82% de los profesionales consultados está de acuerdo con que la falta de recursos tecnológicos, es un factor influyente en la actitud de resistencia de los psicoterapeutas, hacia la integración de las aplicaciones basadas en IA en la práctica clínica, y, aunque esta posición es coherente con el planteamiento expuesto por la OPS-OMS, también es cierto que la República Dominicana es uno de los países mejor comunicado del mundo, de acuerdo con el “Informe Anual de Desempeño de las Telecomunicaciones” del año 2021 publicado por el Indotel, según el cual, RD, exhibe el más alto porcentaje de la población usuaria de internet 85.9% de una selección de países de América Latina (Indotel, 2021).
De igual modo, según el estudio, la ética constituye uno de los principales motivos de preocupación no solo para los psicólogos, sino para todo el que de algún modo se involucra en el desarrollo la IA, en este sentido, el gobierno dominicano, siguiendo las recomendaciones de la Unesco, se ha planteado como parte de los objetivos en su Estrategia Nacional de Inteligencia Artificial, desarrollar un código ético para su diseño y aplicación, además de mejorar la seguridad en línea e integridad de los contenidos para los procesos que la utilicen. En este sentido, entre todos los aspectos éticos, el que resulta de mayor relevancia para la práctica clínica es el de la privacidad de la información del paciente, aclaran que es muy importante que los profesionales de la salud mental, puedan entender cómo los algoritmos de IA toman decisiones y, en tal sentido, adoptar las medidas necesarias para proteger la privacidad de los datos de los pacientes.
Los resultados evidencian la razonable preocupación en cuanto al requerimiento de mayor regulación y supervisión en la implementación de herramientas de IA en el ejercicio de la psicología clínica. Según los datos recolectados para el citado estudio, el 78% de los consultados así lo suscribió.
En la República Dominicana, la Ley Sobre Salud Mental 12-06 en su Artículo 33, ordena que; “La atención en salud mental se dispensará siempre con arreglo a las normas de ética pertinentes de los profesionales de salud mental, y en esta misma línea se expresan el Código de Ética y Disciplina del Codopsi y de la APA. Aunque aún existe un vacío jurídico en este sentido, pero que se ha comenzado a llenar con esfuerzo como los de la Unión Europea con su recién propuesta Ley de Inteligencia Artificial (UE, 2023) y en la República Dominicana, con la iniciativa 02197-2023, que es el proyecto de ley que busca regular las políticas públicas orientadas al desarrollo, uso e implementación de la IA, que se discute actualmente en la comisión correspondiente en la Cámara de Diputados.
Tal como es revelado por los datos citados más arriba, aunque aún es muy poco lo que se aplica de la IA directamente en el proceso de evaluación diagnóstico, tratamiento y seguimiento, ya los profesionales de la psicología clínica están estudiando y probando con las nuevas tecnologías y se muestran optimistas con los posibles resultados. Cabe mencionar también algunos desafíos que se deben enfrentar para que la IA se integre de forma efectiva en la práctica clínica, entre los más destacados están: asegurar que los algoritmos de IA no sean sesgados y no discriminen entre grupos de personas y garantizar el uso ético de la información privada del paciente.
La República Dominicana, enfrenta desafíos en el acceso a la atención psicológica de calidad, la Inteligencia Artificial tiene el potencial de transformar la práctica psicoterapéutica, haciéndola más accesible, eficiente, efectiva y personalizada. Su implementación debe ser cuidadosa y responsable, siempre de la mano de psicoterapeutas calificados y jamás pretendiendo sustituir al humano con una máquina.
Es recomendable tener presente que la Inteligencia Artificial y sus aplicaciones, sobre todo las dirigidas a automatizar procesos de evaluación y diagnóstico, están en la actualidad en proceso de investigación y desarrollo, éstas son sólo herramientas más de trabajo, y su posibilidad de adaptación a las diversas necesidades, entre estas las psicoterapéuticas, siempre dependerá de los conocimientos y habilidades del psicoterapeuta para sacarle el mejor provecho posible y es sobre este que recae toda la responsabilidad de su uso profesional y ético.
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