21 de noviembre de 2024

EE.UU. pide frenar el uso de la vacuna de Johnson & Johnson al detectarse seis casos de trombos

EFE, Estados Unidos.  La administración de Alimentos y Fármacos estadounidenses (FDA) ha recomendado frenar de inmediato y de manera temporal el uso de la vacuna de Jonhson & Johnson, la de una sola inyección. Esta medida se ha anunciado después de detectarse seis casos de trastornos raros en los que desarrollaron trombos a las dos semanas de la inoculación.

Los problemas de J&J se suman a los detectados con el suero de Astra Zeneca. En el caso de Johnson & Johnson, los seis receptores del inmunógeno en los que se detectó este problema son mujeres de edades comprendidas entre 18 y 48 años. Una de ellas falleció y otra fue hospitalizada en Nebraska en situación crítica. Unos siete millones de personas han recibido este suero en Estados Unidos. Otros nueve millones de dosis ha sido distribuidas entre los estados, según los datos oficiales.

Este contratiempo se produce en un momento en que EE.UU. está vacunando a una media diaria de más de tres millones de personas, con picos superiores a los cuatros millones. Sin embargo, en algunos estados, como Michigan, se está produciendo un repunte de los contagios, en buena parte debido a la escasez de suministro de las vacunas.

La administración de Alimentos y Fármacos estadounidenses (FDA) dio la luz verde a la vacuna de J&J el pasado 27 de febrero, tras idéntico permiso de emergencia concedido a los sueros de Pfizer-BioNTech y de Moderna. La decisión adoptada ahora supone que Estados Unidos dejará de suministrar la vacuna de Johnson en centros federales y recomienda a los estados que hagan lo mismo en la adopción de esa pausa.

En realidad es una recomendación, no una obligación, pero los responsables sanitarios temen que los médicos carezcan de información para afrontar el tipo de desorden que podría estar vinculado a esta vacuna.

“El tratamiento de este tipo específico de coágulo es diferente al tratamiento del conocido habitualmente”, remarcó el comunicado de la FDA. Normalmente se utiliza un tipo de anticoagulante denominado heparina. “En estos supuestos –añadieron- el suministro de heparina puede ser peligroso y se ha de buscar una alternativa”.

A pesar de que se considera algo “extremadamente raro”, la FDA urge a contactar con los médicos a todos los que hayan recibido la vacuna de J&J y que hayan desarrollado fuertes dolores de cabeza, en el abdomen o en las piernas, o que experimentaran problemas respiratorios dentro de las tres semanas siguientes a la inoculación.

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