Científicos rusos instalan por primera vez un neuroimplante visual en un mono y en un futuro podría permitir recuperar la vista a personas ciegas
Según las previsiones del equipo del proyecto, las operaciones para personas estarán disponibles en Rusia a partir del 2027.
Neurocirujanos y médicos rusos realizaron una operación durante la cual se instaló un neuroimplante en el cerebro de un mono ciego de 6 años, permitiéndole ver.
El procedimiento se llevó a cabo en el Instituto de Investigación de Primatología Médica de Sochi y se realizó en conjunto con la Fundación para el Apoyo a los Sordos y Ciegos ‘Conexión’ y el laboratorio sin fines de lucro Sensor-Tech, parte del Centro de Innovación de Skólkovo.
“La nueva fase de pruebas preclínicas ha sido exitosa y ahora estamos a solo unos pasos de comenzar la investigación con voluntarios ciegos”, manifestó Denis Kuleshov, director del Laboratorio Sensor-Tech, citado por el servicio de prensa de Skólkovo. “Nuestra tarea no era solo probar el equipo y los electrodos, también era importante resolver los matices quirúrgicos”, añadió.
Disponible para personas en el 2027
Según las previsiones del equipo del proyecto, la operación para instalar el neuroimplante para personas, llamado ‘ELVIS’, estará disponible en Rusia a partir del 2027. Mientras, se espera en un futuro próximo, realizar este tipo de operaciones en decenas de monos y efectuar una serie de experimentos de comportamiento.
En uno de ellos, se entrenará al animal para que distinga formas geométricas antes de instalar el microchip. Luego, después de implantar el dispositivo en el cerebro, se les pedirá que repitan las mismas acciones, pero ya con los ojos vendados y utilizando el sistema ELVIS.
El neuroimplante estimula la corteza visual del cerebro con pequeñas corrientes, donde se forma la visión de objetos. Con su ayuda, una persona ve destellos brillantes, llamados ‘fosfenos’, que forman imágenes visuales. La microcomputadora procesa la imagen de las cámaras ubicadas en la cabeza mediante redes neuronales, resalta los contornos de los objetos importantes y transmite los cuadros directamente al cerebro.
El funcionamiento sincrónico de los componentes de ELVIS le permitirá al individuo, o al animal, ver el mundo que lo rodea, distinguir entre las siluetas de objetos y personas, y también comprender su ubicación.