Sermón de las Siete Palabras: Iglesia católica pide perdonar a políticos que “engañan”
Santo Domingo. La Iglesia católica pidió perdón este Viernes Santo por los políticos que “engañan” a la población con promesas falsas y “compran” a las personas.
Esta crítica se realizó durante la primera palabra (“Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”), del Sermón de las Siete Palabras, que estuvo a cargo de sor Lourdes Martínez, de las hijas de La Altagracia.
“Pedimos al Padre, junto a Jesús, perdona la falta de honestidad de tantos políticos que engañan con falsas promesas de progreso, compran la conciencia de muchas personas por unos cuantos cuartos, por unos pesos que llegan y se van, e incluso por un plato de comida”, manifestó.
Asimismo, calificó esta práctica como una realizada sin escrúpulos, llevada a cabo por políticos sin tener en cuenta la gravedad de sus acciones.
“Sin escrúpulos compran lo más sagrado que tiene un ciudadano, que es su propia identidad. Padre perdónalos, que no saben lo que hacen, porque si lo supieran, no lo hicieran”, dijo.
En tanto que, dando continuidad al Sermón de las 7 Palabras, Isaías Mata Castillo, vicario adjunto Santo Domingo Oeste, dijo que el mundo está lleno de promesas incumplidas y que en el caso particular del país están los casos de corrupción donde se han involucrado dirigentes políticos. Sostuvo que la muestra de cómo está el país son los casos Pulpo, Medusa, Coral y Calamar.
“Nuestro mundo es un mundo de promesas incumplidas. Cada día leemos en los periódicos que los políticos prometen una cosa y luego no la cumplen. Y en nuestro caso particular, reina el clientelismo y un mar de corrupción, como tales son los casos: Pulpo, Medusa, Coral, Calamar… Y no solo en la política, sino que también en nuestra vida personal y en la vida cristiana debemos reconocer que no siempre cumplimos con la voluntad de Dios”, planteó.
El también párroco de Nuestra Señora de la Altagracia, Zona Herrera-Manoguayabo, al leer la sexta palabra basada en el versículo que dice: “Jesús, cuando tomó el vinagre, dijo: Todo está cumplido. E inclinando la cabeza, entregó el espíritu”, dijo que es claro que el hijo de Dios hizo su parte, cumplió su voluntad y la misión que le fue encomendada, preguntándose, si el mundo hoy puede decir lo mismo.
“Nuestro mundo vive realidades que en ocasiones nos llevan a pensar que todo sigue igual, que el mundo sigue dividido, que el mundo sigue sin reconciliarse con Dios”. Dijo que es necesario que la sociedad comience a ser honesta, a contribuir para la construcción de un mundo más habitable.