Francisco, a los presos: “Juntos, es posible. Los llevo siempre en mi corazón”
El Vaticano. Religión Digital. “He leído las meditaciones [del Vía Crucis] que todos ustedes ofrecieron. Me instalé en los pliegues de sus palabras y me sentí acogido, en casa. Gracias por haber compartido conmigo una parte de su historia”. El Papa ha enviado un mensaje a los internos de la cárcel de Padua, que han escrito las meditaciones del Via Crucis que se celebrará esta tarde.
En su mensaje a los “queridos amigos de la parroquia Due Palazzi de Padua”, Bergoglio subraya cómo “Dios habla de sí mismo y nos habla dentro de una historia, nos invita a la escucha atenta y misericordiosa”.
El Papa da las gracias a los presos por haber “esparcido sus nombres no en el mar del anonimato, sino en el de las muchas personas vinculadas al mundo de la prisión”. Así, añade, “en el Vía Crucis, prestarán su historia a todos aquellos que en el mundo compartan la misma situación”.
“Resulta reconfortante leer una historia en la que viven las historias, no sólo de las personas detenidas, sino de todos los apasionados por el mundo de la prisión”, finaliza el papa, quien concluye: “Juntos, es posible. Juntos, es posible. Les doy un gran abrazo. Aunque estoy seguro de que Don Marco se los recuerda siempre, les pido: recen por mí. Los llevo siempre en mi corazón. Gracias”.
Mensaje del Papa
Queridos amigos de la parroquia Due Palazzi de Padua,
He leído las meditaciones del Vía Crucis que todos ustedes dieron juntos.
Me instalé en los pliegues de sus palabras y me sentí bienvenido a casa. Gracias por compartir conmigo un trozo de tu historia.Dios habla de sí mismo y nos habla dentro de una historia, nos invita
a la escucha atenta y misericordiosa. También quiero agradecerles por dispersar sus nombres… no en el mar del anonimato, sino de las muchas personas conectadas al mundo de las prisiones. Así, en el camino Crucis, prestarás tu historia a todos aquellos en el mundo que compartan la misma situación.
Es reconfortante leer una historia en la que las historias no sólo de la gente en prisión sino de todos los que se apasionan por el mundo de la prisión. Juntos, es posible. Juntos. Vi Un gran abrazo. Aunque estoy seguro de que Don Marco siempre te lo recuerda, te pido: reza por a mí. Te llevo siempre en mi corazón.