Colocación bonos es desenfreno del endeudamiento
Santo Domingo. La colocación en el mercado internacional de capitales de bonos por US$2,500 millones muestra el desenfreno del endeudamiento por parte del Gobierno, aunque este justifique que los bonos colocados estaban presupuestados, señaló ayer el economista Guillermo Caram al hablar sobre el tema.
Esos bonos se colocaron con un plazo de 10 y 40 años, con tasa cupón de 4.5% y 5.875%. Los recursos permitirán el cumplimiento del plan de inversión del año y hacer frente a obligaciones.
Caram explicó que si antes de la colocación de estos bonos la deuda crecía rápido ahora se acelerará, y se tiene el riesgo de que en cualquier momento, por ejemplo al exigir el pago, la proporción de recursos que “estamos dedicando al pago de la deuda” sea insuficiente para honrar los compromisos y eso traerá una situación conflictiva.
“La tasa de crecimiento de la deuda es un 60% aproximadamente más rápida que el endeudamiento y ahora se acelera”, dijo.
Señaló que si se suman los datos de la deuda pública consolidada, la colocación de los nuevos bonos soberanos, la cuenta por pagar, la deuda del sector eléctrico y los atrasos de los contratistas, prácticamente el país ha llegado al límite razonable de endeudamiento que pone el Fondo Monetario Internacional (FMI), con lo cual se le hatería las manos a un próximo gobierno para poder recurrir a fuentes de financiamiento para programas de desarrollo.
Dijo que llama la atención el costo, ya que se habla de un costo financiero elevado, en un momento en que el mundo entero se está debatiendo las tasas negativas. “Una tasa de interés alta es la señal de que la economía no esté tan solida como las autoridades dominicanas quieren presentarla. Ahora internacionalmente se debate el dejar de pagar interés o tener tasa más bajas para combatir los temores que hay entorno a la economía ”, dijo.
El economista apuntó que genera suspicacia que el Gobierno quiera colocar esos bonos antes del proceso electoral y que en consecuencia no va a tener un gasto razonable.
“También se puede reflejar el temor de que a medida de que avance el proceso electoral los financiadores vean con más recelo la eventual colocación de los US$2,500 millones en bonos en el mercado internacional”, dijo.