Perspectiva profesional del comunicador en la era digital
(El estudiante)
Sea cual sea la razón que inspira a un estudiante a iniciar una carrera universitaria, es lógico suponer que éste tiene una visión en perspectiva de cómo será su vida profesional.
En la República Dominicana no existe una tradición de estudios sistemáticos sobre la perspectiva profesional de los jóvenes que ingresan a las universidades, evidencia de esto es la casi inexistencia de textos de autores locales que se refieran al caso, esto a pesar de que es común escuchar a las autoridades educativas y a profesionales vinculados al área manifestar preocupación por el tema.
Esta situación impacta directamente en el futuro profesional de los jóvenes que ingresan a las universidades a estudiar una carrera, generalmente, con un mínimo conocimiento de que se hace en la misma, situación que generalmente los lleva a: un bajo rendimiento en la asimilación del contenido curricular por la desmotivación, a cambiar de carrera buscando algo con lo que se identifiquen mejor, y en casos más extremos, a abandonar los estudios.
Este problema se manifiesta de modo especial entre los estudiantes de comunicación por la ilusión que crea la imagen de sus “ídolos” en la televisión, la radio, los diarios y otros medios emergentes, ante el prestigio que aparenta generar, ser figura en uno de estos, por lo que es razonable suponer que los jóvenes, con el deseo de aportar a la sociedad, o quizás solo ávidos de notoriedad y fama, se motivan a emprender una carrera universitaria en el área de la Comunicación Social con la visión en perspectiva de ser un día, así como esos reporteros que narran las noticias desde el lugar de los hechos o desde un vistoso estudio, cabina o sala de redacción.
Pero la cruda realidad es que los vertiginosos cambios que ha venido sufriendo el mundo de las telecomunicaciones se ha manifestado muy marcadamente en el mercado de los medios de comunicación tradicionales (radio, televisión e impresos), quienes sufren una disminución considerable en su fuente de ingreso que es la publicidad, al redirigirse ésta hacia los medios digitales que de hecho resultan más económicas, más efectivas y medibles, en consecuencia el resultado es estrechez financiera, el quiebre y cierre de muchos medios y programas y naturalmente con la cesantía y recorte de empleomanía, lo que tiende a dar al traste con las perspectivas de los jóvenes profesionales.
A pesar de la problemática planteada, las universidades continúan recibiendo cada vez más bachilleres que entre otras profesiones, aspiran a ser comunicadores, muchos de los cuales lograrán terminar el programa educativo y graduarse, y para la obtención de los resultados esperados tanto por los estudiantes como por las universidades y la sociedad en sentido general, se hace necesario la implementación de programas de orientación vocacional entre los estudiantes de último año de bachillerato para lograr que cuando éstos ingresen a la universidad tengan una perspectiva clara de cuáles son sus fortalezas y hacia donde deben orientarlas para obtener mejores resultados en su futuro como profesionales.
En el caso de los estudiantes de periodismo, los cambios planteados en el mundo de la comunicación más que perjudicarles vienen a favorecerles, la internet y sus múltiples aplicaciones, especialmente las redes sociales, abren otros campos laborales mucho más numerosos que los que eran los medios tradicionales para los que sueñan concretizar su perspectiva de convertirse en comunicadores influyentes y generadores de opinión.
Para lograr este propósito es necesario que tanto las universidades como los propios estudiantes sean conscientes de lo importante que es desarrollar las aptitudes que los convertirán en expertos de las nuevas tendencias de la comunicación sin olvidar lo importante que es en este mundo, por la autonomía que implican las nuevas formas de trabajo, el desarrollar las actitudes de autodisciplina ya que es probable que los nuevos profesionales no tengan un supervisor directo que los guie.
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