Explicando el sistema de pensiones
Por Antonio Ciriaco Cruz
Las pensiones constituyen un mecanismo de transmisión de rentas o ingresos cuyo objetivo es compensar la caída en los ingresos laborales de las personas cuando estas no pueden o tienen dificultades para trabajar. Normalmente, la pensión es una renta vitalicia que se percibe hasta el fallecimiento.
Esencialmente, en la mayoría de los países desarrollados predomina el esquema de pensiones de reparto. Este esquema consiste en que cada año los trabajadores dedican una parte de sus salarios a pagar la pensión de los actuales jubilados. En contraposición a los esquemas de pensiones de reparto, están los esquemas de capitalización.
La principal diferencia entre un esquema de pensiones de reparto y el de capitalización individual es que en este último las cotizaciones pagadas por cada trabajador en el momento presente no se destinan a pagar a los actuales pensionistas sino, por el contrario, es un ahorro previsional que se invierte en el mercado de capitales.
En el caso dominicano, las Administradoras de Pensiones, AFP, lo invierten en bonos del Estado, certificados del Banco Central, bonos corporativos, tanto en pesos como en dólares.
Igualmente, se pueden destacar otras diferencias importantes entre un esquema de reparto y uno de capitalización individual, es que, en primer lugar, para mantener un esquema de pensiones de capitalización no hace falta ningún tipo de “pacto intergeneracional”. Cada generación se lo organiza por su cuenta.
Decide cuánto quiere invertir y luego su pensión depende únicamente de la rentabilidad que consiguió obtener de su inversión; en segundo lugar, el esquema de reparto se mantiene en el tiempo gracias al “pacto intergeneracional” donde los actuales trabajadores pagan las pensiones a los actuales jubilados, esperando que los futuros trabajadores harán lo mismo con ellos.
Dada esas diferencias, entra en escena el debate en torno a la sostenibilidad o viabilidad financiera y social de ambos esquemas de pensiones; sus riesgos, sus impactos macroeconómicos, la condición de “derechos humanos”, el papel del Estado, entre otros.
Por eso hay elementos filosóficos, históricos, económicos, sociales y demográficos que habrá que analizar en posteriores entrega. El autor es decano Facultad Ciencias Económicas y Sociales de la UASD