Espejismos e inercias gubernamentales
Por Guillermo Caram
El Gobierno parece no percatarse del cambio de realidades nacionales e internacionales que le sirven de referencia: desaceleración económica, posibilidades de extensión mundial de guerra Hamas–Israel y una crisis haitiana cuyo curso ha envalentonado Haití, evidenciando no ser tan fallido como muchas instancias creen.
Luce en estado de inercia, en campaña electoral, ignorando que estas realidades presentes y sus posibles agravamientos-economía de guerra y espejismos ante Haití-pudieran trastornar propósitos electorales.
Los rechazos del Consejo Seguridad/NNUU sobre cese al fuego propuesto separadamente por Rusia y Brasil, vetados por EEUU, augura escalada belicista, involucrando pueblos y naciones; con enormes consecuencias económicas.
Naciones árabe-musulmanas productoras de hidrocarburos se están alineando. La Liga Árabe integrada por 22 Estados se reunió el pasado 11/10 en El Cairo instando detener la agresión a Gaza y “cumplir con…en el derecho internacional”.
A contrapelo, EU moviliza portaviones y la UE adopta una “posición común” condenando a Hamas y reconociendo el derecho de Israel a defenderse.
EU y UE llevan en sus entrañas poblaciones musulmanas que, como caballos de troya, penetraron en ellas; generando alteraciones sociales y políticas y hasta perturbaciones de orden público.
Mientras, nuestras autoridades siguen inmutables en gastos, resolviendo todo con subsidios y deudas. Ignorando ralentización de recaudaciones por desaceleración económica, rehuyendo reformar fiscalidad y restringir consumo superfluo; perjudicando productores con economía rentista con intereses elevados; desestimulando competencia fijando precios y márgenes de ganancias a empresarios; pregonando Hubs pero cerrando fronteras.
A esta inercia le agregamos la agresividad asumida por Haití. Desvía aguas; bloquean, despojan y estrujan nuestros productos; obstaculiza cadena de suministros afectándonos como suplidores internacionales confiables; procura nuevos suplidores; denuncian deportaciones, trato migratorio y resisten biometría. Mientras, aquí planteamos el espejismo de un “nuevo orden” que prescinda mano de obra haitiana.
El funcionariado no se percata del nuevo escenario. Siguen con puño cuando debería abrir manos para dárselas entre naciones indefectiblemente ligadas. Siguen actuando como si economía creciera, cuando incertidumbre internacional y haitiana apuntan ralentizarla.