Diagnósticos equivocados, “soluciones” desacertadas
Por Guillermo Caram
Las soluciones efectivas a nuestros problemas requieren diseñarse sustentándose en diagnósticos certeros. Diagnósticos equivocados no conducen a solucionarlos acertadamente.
Mientras diagnostiquen que nuestra delincuencia se debe a bandas haitianas ignorando causas endógenas, y que están disminuyendo por militarizar transitoriamente barrios desplazando delincuencia a otros, nunca tendremos seguridad ciudadana.
Mientras consideren que agudizando contradicciones dominico-haitianas, recurriendo a indelicadezas tales como enrostrar ante terceros debilidades haitianas cuando se requiere sembrar armonía para cosechar cooperación, vamos a resolver problemas fronterizos, no nos libraremos de amenazas migratorias atentatorias de nuestra identidad e integridad.
Mientras consideren “intrépido y fuerte” dejar de suscribir declaraciones consignando lo que vivimos reclamando, frenar migración irregular, no inspiraremos respeto en la comunidad internacional para recibir cooperación que necesitamos y exigimos.
Mientras crean que ya superamos pandemia, ignorando que hoy disponemos 8 veces el número de casos/100,000 habitantes de hace un mes, nuestra salud sufrirá por esta y otras morbilidades que amenazan colapsar nuestro sistema hospitalario. Mientras consideren que necesidades nacionales quedarán satisfechas con anuncios, propagandas y primeros picazos/paladas de obras, no con inversiones efectivas que al pasado día 10 apenas alcanzaban 63% del promedio diario presupuestado, seguiremos decepcionando y frustrando expectativas.
Mientras se quiera hacer creer que nuestra agropecuaria marcha satisfactoriamente, basándose en cifras acomodadas sobre renglones específicos y citando fuentes poco creíbles-en lugar de ceñirnos a cifras de la institución calificada para medir crecimiento, Banco Central, que demuestran rezago-sufriremos carencias y/o carestías de productos de primera necesidad.
Mientras no haya condenas efectivas y contundentes por corrupción admitidas; mientras se prosiga utilizar recursos para satisfacer ego de funcionarios, aumentar provincias para desordenar más nuestros territorios, ilusionar ciudadanos con proyectos futuros para superar problemas energéticos, pretender hacer creer que las EDE reducen pérdidas, que la educación se está transformando, que los taponamientos van a disminuir improvisando soluciones como cambios de sentidos vías; nuestra democracia seguirá desencantando a una ciudadanía agobiada por privaciones y constreñimientos.