Desentendimiento autoridades, Desesperación ciudadana
Por Guillermo Caram
Indiferencias y desentendimientos de autoridades están abonando desesperación ciudadana. Todavía enfrentando consecuencias del fenómeno atmosférico #22, dos episodios de tráfico en la semana consolidan nuestro liderazgo mundial de muertes provocadas por accidentes.
Nos estamos acostumbrando a vivir entre calamidades y tragedias, lo cual amerita reflexionar profundamente sus causas y consecuencias por víctimas mortales y destrucción de nuestros establecimientos humanos que están provocando. Pudiera atribuirse a la degradación social y estado de injusticias imperantes y al desentendimiento de nuestras instancias responsables de encararlos adecuadamente.
La negligencia en autoridades, la mayoría actuando con criterios politiqueros presentes y futuros al desempeñar sus roles, las lleva al pecado de omisión de no tomar decisiones ni emprender acciones preventivas requeridas.
Ciertamente hay degradación en nuestra población influenciada al estar regidos por esa politiquería irresponsable. Esto, junto a las penurias económicas, induce a un comportamiento ciudadano caracterizado por una especie de “sálvense quien pueda”.
Obviamente esa degradación está alimentada por carencia de valores morales reflejada en comportamientos desordenados y falta de solidaridad. Es impostergable examinar profundamente estos comportamientos y en que medida están determinados por falta de normativas para organizar la vida ciudadana o, si existieran, si no se cumplen por negligencia de unas autoridades concentradas en espectáculos y en preservación de privilegios; incluyendo opositores que toleran esa espectacularidad y canonjías esperanzados en disfrutarlas en caso de alcanzar el poder.
Hay que examinar esas causas y consecuencia para no terminar siendo arropados por calamidades y tragedias, sobre todo teniendo en agenda situaciones gravemente provocadoras.
Es el caso de situación haitiana donde por desenfoques y desentendimiento de autoridades están provocando empoderamientos ciudadanos en ambos lados fronterizos que pudiera desembocar en tragedias enormemente calamitosas.
Y de una economía desacelerándose, con inflación alimentaria e informalidad laboral, que pudiera originar detonaciones sociales. Agravado por una fiscalidad endémicamente deficitaria: A pesar de recaudaciones crecientes, gastos corrientes, constituyendo 87% del total, la consumen íntegramente; incrementando endeudamiento en US$26.5milmillones–US$21millones diarios-en últimos 13 trimestres.
¡Abordemos nuestros problemas para no caer víctima de la desesperación ciudadana!. El autor es ingeniero y exgobernador del Banco Central. [email protected]