Acercamiento Ciudadano, según Balaguer
Por Guillermo Caram
A propósito del acercamiento ciudadano-provincial iniciado por el gobierno en los umbrales de la mitad final del periodo para el que fue elegido, recordamos dos frases usuales del estadista dominicano por antonomasia: “democracia es más oír que hablar” y “las obras hablan por sí solas”
La primera las pronunciaba iniciando su período/1986 mientras celebraba consultas populares inventariando necesidades utilizables para estructurar su programa de inversiones, asociándolas a excesivos discursos pronunciados por su predecesor.
Con la segunda respondía cuando le instaban a publicitar sus obras, o en tiempos de campañas electorales cuando le inquirían sobre sus ofertas.
Poco inclinado a cacarear sus ejecutorias hasta que constituyeran realidades-nunca dio primeros picazos-consideraba que sus ejecuciones bastaban por sí mismas para evidenciar estar bien gobernados, sin necesidad de costosa publicidad.
Por eso extraña que sea a mitad de periodo presidencial, y disponiendo una profusa publicidad gubernamental, se recurra ahora al acercamiento y explicaciones ciudadanas-provinciales.
¿Debe esto interpretarse como admisión implícita que inversiones efectuadas hasta medio término se decidieron sin tomar en cuenta urgencias sociales? ¿Que se está recapacitando?
¿O, y por qué, la ciudadanía no internaliza ni siente lo que hace el gobierno a pesar de masiva publicidad que consume enormes recursos del erario?
¿O el reconocimiento que no se están ejecutado inversiones al ritmo programado? (al 20/05/22 representaban 58 % del promedio diario presupuestado)
Lo anterior plantea dificultades de eficacia y eficiencia, de seguimiento sistemático, del accionar gubernamental.
Como que programas gubernamentales, incluyendo inversiones, no están satisfaciendo necesidades ciudadanas, especialmente en el QUE y DONDE invertir; Que la comunicación a la ciudadanía no ha convencido por limitarse al CUANTO invertido sin justificarla debidamente, incluyendo COMO y CUANDO; Que el accionar se limita a primeros picazos/palazos sin darle seguimiento adecuado.
O a reciclar promesas como sembrar 300,000 tareas de alimentos, anunciadas inicialmente hace 15 meses en Azua. Ante dificultades citadas conviene advertir que este acercamiento ciudadano, implementado así y ahora, puede convertirse en bumerang contra el gobierno; de exacerbar expectativas y frustraciones que se están observando.