25 de noviembre de 2024

Predicciones climáticas indican en próximos cinco años planeta alcanzará temperaturas superiores a los 1.5 °C

En los próximos cinco años, es probable que la temperatura media anual del planeta esté por lo menos 1.5 °C según Organización Meteorológica Mundial

Ginebra.  Según nuevos datos climáticos de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), hay aproximadamente un 40 % de probabilidades de que, por lo menos en uno de los próximos cinco años, la temperatura media anual del planeta supere transitoriamente en 1,5 °C los niveles preindustriales. Y esas probabilidades aumentan con el paso del tiempo.

Según la publicación Global Annual to Decadal Climate Update (Boletín sobre el clima mundial anual a decenal), elaborada por la Oficina Meteorológica del Reino Unido, el centro principal de la OMM para ese tipo de predicciones, hay un 90 % de probabilidades de que al menos un año del período comprendido entre 2021 y 2025 se convierta en el más cálido jamás registrado, desbancando así a 2016 del primer puesto.

Entre 2021 y 2025, es probable que las regiones de latitudes altas y el Sahel reciban más precipitaciones, y hay más posibilidades de que aumente la cantidad de ciclones tropicales en el Atlántico en comparación con el pasado reciente (valor definido como la media del período 1981-2010).

El boletín, elaborado cada año sobre la base de los conocimientos especializados de climatólogos de renombre internacional y sirviéndose de los mejores sistemas de predicción de centros climáticos de vanguardia de todo el mundo, dota a las instancias decisorias de información de aplicación práctica.

“No son meras estadísticas”, dijo el Secretario General de la OMM, profesor Petteri Taalas. “El aumento de las temperaturas significa más deshielo, mayor nivel del mar y más olas de calor y fenómenos meteorológicos extremos de diversa índole, así como mayores repercusiones en la seguridad alimentaria, la salud, el medioambiente y el desarrollo sostenible”, afirmó.

“Este estudio de alto nivel científico muestra que nos estamos acercando de forma cuantificable e inexorable al objetivo menos ambicioso del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. Es una nueva llamada de atención sobre la necesidad de acelerar la adopción de compromisos mundiales para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y lograr la neutralidad en carbono”, explicó el profesor Taalas.

“Hoy en día, los avances tecnológicos permiten seguir el rastro de las emisiones de gases de efecto invernadero hasta sus fuentes para así poder orientar con precisión las medidas de reducción”, añadió.

“En el boletín se destaca, asimismo, la necesidad de trabajar en favor de la adaptación climática. Solo la mitad de los 193 Miembros de la OMM cuenta con servicios de alerta temprana de última generación. Los países deberían proseguir con sus esfuerzos para elaborar servicios que serán imprescindibles para propiciar la adaptación en sectores sensibles al clima —como los de la salud, el agua, la agricultura y las energías renovables— y promover sistemas de alerta temprana que reduzcan las consecuencias negativas de los fenómenos extremos. Además de las limitaciones en materia de servicios de alerta temprana, hay una grave falta de observaciones meteorológicas, en particular en África y los Estados insulares, que merma en gran medida la exactitud de las alertas tempranas, no solo en esas zonas, sino en todo el mundo. Y también debemos invertir en las redes básicas”, concluyó.

En 2020 —uno de los tres años más cálidos de los que se tiene constancia— la temperatura media mundial se situó 1,2 °C por encima de los niveles preindustriales de referencia, según la Declaración de la OMM sobre el estado del clima mundial en 2020, publicada en abril.

En ella se destaca el deterioro acelerado de los indicadores del cambio climático, como la subida del nivel del mar, la fusión de los hielos marinos y los fenómenos meteorológicos extremos, así como el agravamiento de sus repercusiones en el desarrollo socioeconómico.

Los datos publicados en el boletín confirman esa tendencia. En los próximos cinco años, es probable que la temperatura media anual del planeta esté por lo menos 1 °C por encima de los niveles preindustriales (en el intervalo de 0,9 °C a 1,8 °C).

La posibilidad de que se alcancen transitoriamente valores de temperatura que superen en 1,5 °C los valores de referencia se ha casi duplicado en comparación con las predicciones del año pasado. Esto se debe principalmente a la utilización de un conjunto de datos de temperatura mejorado para estimar los valores referencia en lugar de basarse en cambios repentinos en los indicadores climáticos.

Según se explica en el boletín, es muy poco probable (10 % de probabilidad) que la temperatura media mundial anual de los cinco años correspondientes al período 2021-2025 esté 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales.

El profesor Adam Scaife, jefe de predicción estacional a decenal de la Oficina Meteorológica del Reino Unido, comentó al respecto de la publicación del boletín que “al evaluar el incremento de la temperatura mundial en el contexto del cambio climático, se analiza la temperatura media del planeta a largo plazo, no los valores medios de años o meses concretos. Con todo, puede que en algunos momentos de los próximos años ya se supere transitoriamente el nivel de 1,5 grados”.

El objetivo del Acuerdo de París consiste en mantener el aumento de la temperatura mundial en este siglo muy por debajo de 2 °C con respecto a los niveles preindustriales, y proseguir los esfuerzos para limitar ese aumento a 1,5 °C. No obstante, los compromisos nacionales de reducción de emisiones —las denominadas contribuciones determinadas a nivel nacional— están actualmente muy por debajo de lo necesario para alcanzar ese objetivo.

El año 2021 y las cruciales negociaciones sobre el cambio climático que se mantendrán en noviembre en el marco del 26º período de sesiones de la Conferencia de las Partes (CP 26) en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) han sido descritos como una oportunidad “decisiva” para evitar que el cambio climático se descontrole aún más. Asimismo, la lucha contra el cambio climático ocupa un lugar destacado en el orden del día de la cumbre de líderes del G-7 que se celebrará en el Reino Unido del 11 al 13 de junio.

En el boletín se tienen en cuenta las variaciones naturales, así como también la influencia humana en el clima, a fin de proporcionar los mejores pronósticos posibles de la temperatura, la precipitación, la configuración del viento y otras variables para los próximos cinco años. Sin embargo, los modelos de pronóstico no toman en consideración los cambios en los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero y aerosoles fruto de las medidas de confinamiento adoptadas a raíz del coronavirus. Hasta la fecha, los efectos de esas medidas en las concentraciones atmosféricas de gases de efecto invernadero han sido escasos a causa de la prolongada pervivencia de muchos de esos gases en la atmósfera.

Bajo la dirección de la Oficina Meteorológica del Reino Unido en tanto que centro principal, este año grupos de predicción climática de España, Alemania, el Canadá, China, los Estados Unidos de América, el Japón, Australia, Suecia, Noruega y Dinamarca han aportado nuevas predicciones. La combinación de pronósticos de centros de predicción climática de todo el mundo permite obtener productos de mayor calidad que la que podría obtenerse si se recurriera a una única fuente de datos.

Uno de los valedores del desarrollo de la capacidad de predicción a corto plazo es el Programa Mundial de Investigaciones Climáticas. Este programa, copatrocinado por la OMM, ha declarado que uno de sus grandes desafíos —o Grand Challenges— globales consistirá en respaldar las actividades de investigación y desarrollo encaminadas a perfeccionar las predicciones climáticas multianuales a decenales y potenciar su utilidad para las instancias decisorias.

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